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LOS INVITO A DESCUBRIR LOS SECRETOS COSMICOS

sábado, 2 de noviembre de 2013

El Dr. Angel Cristo Acoglanis (El portero de ERKS) :

Un interesante e importante relato publicado por: soloseneluniverso.com.ar., que ire transcribiendo paulatinamente, en apoyo de la "concientizacion" que nos solicitan nuestros hermanos cosmicos.    Alena

La ciudad perdida de Erks



Las historias que rodean a ERKS entregan pautas importantes, y trazan un camino para el buscador sincero que desee transitarlo. Sin embargo, la senda hacia ese enclave intraterreno, no está exenta de obstáculos, y muchas veces el polvo suele empañar hasta la lente más brillante.
Acoglanis


ERKS, una ciudad intraterrena habitada por seres cósmicos

Lo que sigue es solo una aproximación a un tema que se desarrolló en el libro titulado "La Ciudad Perdida de Erks".
Sin embargo en este capítulo describo los puntos más relevantes de una historia que sería difícil de creer si no existieran tantos testimonios de quienes presenciaron las ceremonias de los Terrones, así como los datos ofrecidos por los discípulos más cercanos al Dr. Acoglanis.
Por otra parte, importa señalar que la causa judicial por el asesinato de Acoglanis fue llevada a cabo por la jueza Servini de Cubría, y estuvo sospechada de irregularidades por la Cámara de Diputados de la Nación, junto con el llamado Yomagate.
Otro dato importante: el asesino de Acoglanis se suicidó en 1993, se llamaba Rubén Antonio, y era hermano del financista Jorge Antonio, amigo y protector del General Juan Domingo Perón.

Sarumah

Acoglanis

Muy cerca de la sierra del Pajarillo, en una de las faldas del Cerro Uritorco, el tiempo y la acumulación de sedimentos formaron extrañas formas donde hoy se pueden adivinar perfiles de seres humanos, obeliscos, y la silueta difusa de una ciudad perdida. Ese conjunto de tierras rojas, casi piedras, se llama los Terrones.
En ese lugar, ubicado a unos 19 kilómetros del centro de Capilla del Monte, las noches más claras de principios de la década del 80, Sarumah, acompañado por sus seguidores y un grupo de invitados exclusivísimos, realizaba una ceremonia muy singular. Mientras sus seguidores rodeaban a Sarumah, quien extendía sus brazos al cielo e invocaba en una lengua que recordaba lejanamente al quechua, a los hermanos del cosmos.
Según el profesor Guillermo Terrera, que participó de esas ceremonias, esos eran mantras en idioma cósmico o tibetano antiguo. Mientras una testigo, iniciada por Sarumah en los misterios de esas luces, asegura que éste le dijo que se trataba del Irdin, el 51 sánscrito original, lengua original de los extraterrestres.
Un fragmento de esas oraciones se transcribe a continuación:

Guana Imanuak 
Guana Igikuna 
Guana cuanti
Manuana iku 
Naguana y mu 
Maiuma guana 
Ene gu naiuk 
Guana iguaikuana 
Guana guanta
Luego Sarumah dirigía su mano hacia un punto del cielo, y pedía que se prestara atención a los mensajes que emitían unas luces que unos segundos antes parecían simples estrellas.


Acoglanis
 Lugar donde aparecía la ciudad de ERKS
Las luces comenzaban a titilar de una manera extraña, y los más sorprendidos eran aquellos que conocían perfectamente el mapa estelar, y sabían que esas luces no podían ser estrellas. De inmediato, Sarumah bajaba el brazo para señalar un lugar oscuro en el valle, entonces exclamaba, mientras movía lentamente su mano frente a los ojos: “Los hermanos intraterrenos de Erks van a mostrarnos su ciudad”. Y donde antes no había más que vegetación y oscuridad, comenzaban a encenderse las luces de una ciudad, con sus edificios y sus calles. Sarumahsatisfecho daba por terminada la ceremonia y emprendían el regreso. Sarumah hacía estas cosas porque era el portero de la ciudad perdida de Erks.

 El Doctor Acoglanis
El doctor Angel Cristo Acoglanis era griego y se especializaba en técnicas de acupuntura, dígitopuntura y quiropraxia. Según se sabe había realizado estudios de metafísica en oriente.
Luego en la Argentina se dedicó a sus tareas curativas, convirtiéndose en un profesional respetado y exitoso.
A partir de la década del 70 compró una casa en Quebrada de Luna, muy cerca de los Terrones, donde pasaba la mitad de la semana. El resto de los días los dedicaba a atender pacientes en su consultorio de Buenos Aires.

 Sarumah y Trigueirinho
En 1985 Sarumah visitó al escritor brasileño Trigueirinho que se encontraba en Buenos Aires dictando una serie de conferencias.
De ese encuentro el brasileño escribió en su libro Erks, mundo interno, “percibí que nos conocíamos desde siempre. Tanto es así que ninguno de los dos preguntó nada sobre el otro.
Sarumah traía consigo algunos papeles y un gran sobre, que colocó ante mí. Era como si aquel encuentro se hubiera estado preparando hacía miles de años”. Luego, en otro encuentro, Sarumah le dijo con aire de broma a Trigueirinho:
“ Soy el portero de Erks, mi tarea es conducir a Erks a los que deben entrar allá. Al respecto, desde el punto de vista terrestre, este nombre -que por otra parte, es una sigla- puede significar: Encuentro de los Remanentes Kósmicos Siderales”.
En esa misma obra Trigueirinho dice que Sarumah le describió la misión que debía realizar: “la evacuación masiva de millones de seres humanos que se efectuará cuando llegue el momento correcto. Ya se ha evacuado a un número reducido de personas. Durante el último terremoto de la ciudad de México, por ejemplo, fueron llevados hacia Erks 5.000 individuos entre los considerados desaparecidos”

 Las ceremonias
Acoglanis

El doctor Acoglanis era el encargado de invitar a diferentes personas a las ceremonias de Los Terrones o al Valle del Silencio, como también se suele llamar a esta zona. Estas invitaciones se realizaban luego de una atenta y cuidadosa selección.
Según un testigo presencial, en el Hotel Roma de Capilla del Monte se realizaba una charla previa con los elegidos, a quienes se los invitaba a partir en coches hacia los Terrones a las 22 horas. Si bien este lugar es privado, Acoglanis poseía una llave del candado de la tranquera, y los automóviles, en fila india, remontaban la cuesta hasta llegar a la playa de estacionamiento del paseo.
Allí se realizaban las ceremonias donde Acoglanis se vestía con una túnica blanca, y sus discípulos más cercanos lo llamaban Sarumah.
Un habitante de Capilla del Monte, muy riguroso para juzgar estos fenómenos, como también estudioso de la astronomía, fue testigo de una de las tantas ceremonia. De ella contó que antes de sorprenderse con la aparición de la ciudad de Erks en otra dimensiónAcoglanis-Sarumahles señaló la estrella Sirio, y sostuvo que Sirio era en realidad una Nave que eclipsa a una estrella. Y cuando le pidió a la nave que respondiera a su saludo, con no poco desconcierto de parte del testigo, Sirio se apagó y encendió tres veces.

 Sarumah y Terrera
También en 1985 Sarumah visitó al Profesor Guillermo Terrera en su casa de San Isidro, en la Provincia de Buenos Aires. En esa oportunidad el portero de Erks lo invitó a llevar a los Terrones el Bastón de Mando o Piedra de la Sabiduría, sin embargo, Terrera siempre sostuvo con énfasis que Sarumah y Acoglanis eran personas distintas.
Incluso aseguró que Sarumah le presentó al Doctor Acoglanis en Córdoba. Y cuando se le pide a Terrera que describa la fisonomía de uno y otro, son tan distintos los detalles que aporta que todo resulta confuso.
Más allá de este extraño dato, Terrera, accedió a realizar el viaje, acompañado por la profesora Elsa Tear, quien años después, relató esta experiencia en la revista Yoga Integral:
“De pronto Sarumah pidió a Terrera que se adelantara hacia las luces con el Bastón de Mando. Las energías que Sarumah denominaba las Naves debían cargar, mediante una ceremonia, a la Piedra de la Sabiduría con las Tablas de la Ley para la nueva humanidad”.
A todo esto el lugar se encontraba poblado “de raras luces que se elevaban en la sierra, el cielo y la vegetación. A la distancia que nos encontrábamos parecían tener unos veinte centímetros de diámetro”.
La profesora Tear refiere que luego de esa noche tuvo una serie de visiones y, al día siguiente, Sarumah-Acoglanis, -ella no duda que se trata de la misma persona-, le reveló que ella era de otro planeta, un remanente, que debía cumplir una misión. Sorprendida le pidió que se manifestara tal cual era, a lo que Sarumah contestó: “Por ahora no puedo mostrarme ante usted como soy realmente porque usted se desmayaría. Por su vibración actual no lo podría soportar. Yo soy iridiscente. Soy un ser de luz”.
La profesora Tear refiere también algo muy importante. “Desde el primer momento en que nos conocimos, Sarumah me dijo que debía partir muy pronto, de ahí su prisa por mi preparación espiritual. Yo suponía que su partida sería en una Nave, pero nunca supuse que fuera en forma de muerte violenta, como aconteció” 

 El crimen

Acoglanis

Lo ocurrido fue tan singular y misterioso como todo lo que rodeó a Acoglanis.
En 1988 estando en su consultorio de Buenos Aires atendiendo a sus pacientes Acoglanis recibió la visita de un amigo muy íntimo. Mientras sus pacientes esperaban en una sala lo hizo pasar a la cocina, donde le sirvió un café. De improviso su amigo extrajo dos revólveres y le disparó el cargador en el pecho. Guardó el arma en el bolsillo y pasó entre los pacientes aterrorizados de Acoglanis. A unos cincuenta metros del edificio donde estaba el consultorio de Acoglanis, en Callao y Las Heras se encuentra la Comisaría 17, hacía allí se dirigió su matador.
Este, cuando el policía de guardia lo detuvo, le dijo; “vengo a entregarme, acabo de matar a un brujo, y a los brujos hay que matarlos”.
Este hombre fue considerado demente por la justicia y, tres años después del crimen, se suicidó arrojándose de una terraza. Si bien aquí parece terminar esta historia, a partir de la muerte de AcoglanisTrigueirinho publicó sus dos libros dedicados a Erks y Sarumah: el ya citadoErks, mundo interno, donde oculta el emplazamiento de la ciudad perdida, y Señales de Contacto, obra dedicada íntegramente a esta ciudad intraterrena, y donde no deja dudas sobre su ubicación junto al Cerro Uritorco.
Muchas personas dicen haber ingresado mental o físicamente a esta ciudad, a la que describen como enorme y espaciosa, cruzada de canales secos donde transitan naves de luz o etéricas, y en cuyo centro se encuentra el templo de la esfera o de los tres espejos, con el cual se intercambian datos cósmicos y pueden seguir en detalle la vida de cada ser humano.

Acoglanis

Existen muchas grabaciones de audio que son presentadas como el sonido que realizan estos gigantescos espejos cuando se mueven dentro del templo.
Pero dejemos a Sarumah describir este templo. Para ello transcribimos el relato que le hizo a Elsa Tear:
“Contamos con tres tipos de espejos. Los primeros, más simples, son de lapislázuli. A través de ellos podemos visualizar todo lo que pasa en el planeta. Lo que piensan y sienten cada uno de nuestros elegidos a través de nuestras naves. Los segundos espejos son de oro y a través de ellos podemos saber todo lo que pasa en la galaxia y en sus diversos sistemas solares, habitados por las distintas y variadas formas energéticas, y además hacer una instantánea conexión entre nuestras naves madres y naves de rastreo, que hay millones de ellas en estos momentos rodeando a vuestro hermoso planeta Tierra para vuestra protección. Y los terceros espejos están hechos de una aleación de minerales desconocidos por ustedes porque no existen en la Tierra, mediante los cuales con la velocidad del pensamiento nos podemos intercomunicar con todo el Universo”.


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