Un equipo de científicos de la Universidad de Washington (EE.UU.) ha
resuelto el misterio que rodeaba a las dunas de la mayor luna de
Saturno, Titán, dentro de su densa y brumosa atmósfera. El hecho
de que las dunas de arena apuntasen en la dirección opuesta a las
corrientes de aire que circulaban justo encima de ellas era una
incógnita a la que no sabíamos dar respuesta. Hasta ahora.
Según las simulaciones climáticas realizadas por los expertos,
los vientos de Titán soplan en dirección oeste, sin embargo, las dunas,
que alcanzan incluso centenares de metros de altura y muchos kilómetros
de largo, apuntan hacia el este. ¿Por qué motivo? Las conclusiones del estudio, que ha sido publicado en la revista Nature Geoscience,
revelan que el comportamiento de las dunas se debe a una rara clase de
tormentas de metano, esto es, la responsable es la propia atmósfera de Titán.
Para llegar a esta certeza, los científicos, dirigidos por el astrónomo Benjamin Charnay, utilizaron
varios modelos informáticos que mostraron que una extraña clase de
tormentas de metano, que ocurren cada quince años aproximadamente, es la
que provoca violentas ráfagas de viento en dirección este. Al
ser estas ráfagas de viento mucho más potentes que los vientos de la
superficie (calculan que alcanzan velocidades de hasta 10 metros por
segundo), las dunas acaban mostrando su forma en dirección contraria a
la que tendrían de forma natural.
“Estas ráfagas hacia el este son muy rápidas y controlan el transporte de arena, y justifican por lo tanto el hecho de que las dunas apunten en su misma dirección”, explica Charnay, líder del estudio.
Titán es uno de los lugares más parecidos a la Tierra de todo el Sistema Solar y gracias a la sonda Cassini obtenemos datos útiles que habitualmente aportan nuevos misterios por resolver. La misión Cassini finalizará en 2017, por lo que será necesario enviar otras misiones para confirmar esta reciente hipótesis sobre la mayor luna de Saturno.
“Quedan aún un montón de misterios en Titán. Por
ejemplo, aún no sabemos cómo pudo formarse una atmósfera de nitrógeno
tan densa. Y tampoco podemos excluir totalmente la posibilidad de que
haya vida allí, quizá en los mares
y lagos de metano de la superficie. Titán es un mundo fascinante y en
plena evolución y que debe aún ser entendido por completo”, aclara
Charnay.
muyinteresante.es
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