Un operativo sin precedentes
Philae
consiguió su objetivo: por primera vez en la historia se llegó a un
cometa. La misión Rosetta, de la Agencia Espacial Europea, partió hace
10 años. Y aportará pistas sobre la formación de los planetas y el
origen de la vida en la Tierra.
Por qué es tan importante llegar a un cometa
Los datos que recoja el robot permitirán explorar directamente este
objeto celeste y obtener información sobre la química del sistema
solar.
Por su complejidad técnica y por convertirse en la primera vez que una sonda aterriza en un cometa, el descenso exitoso de Philae en el cometa 67P ya hizo historia. Y para algunos científicos, la misión recién comienza.
"Dentro de la historia de la exploración solar es un momento muy
importante porque es la primera vez que una sonda construida por el
hombre aterriza en un cometa. Y uno no puede dejar de pensar lo
extraordinario que resulta trabajar en equipo y que, a partir de una
idea, se puede hacer un instrumento, una nave. Es hermoso", aseguró
César Bertucci, investigador del CONICET en el Instituto de Astronomía y Física del Espacio, quien tuvo la oportunidad de colaborar con algunos de los investigadores del Rosetta.
El astrónomo explicó que el robot permitirá explorar directamente el cuerpo celeste ,
es decir, la parte sólida que por el efecto de la radiación solar
genera la "coma" o cabellera y deja una cola visible de gases y polvo.
"Como está tan lejos del sol, en un lugar frío, su composición química
se preserva bien. Y es como mantener algo en un freezer", describió el
científico.
Los cometas son los objetos más primitivos del
Sistema Solar y vivieron la inmensa mayoría de sus vidas muy lejos del
Sol. Los datos que obtenga Philae podrán develar, por ejemplo, cómo se
originó el sistema solar hace alrededor de 5 mil millones de años. "El
estudio de la composición de los cometas puede darnos información sobre
cómo fue la química en el sistema solar primitivo”, comentó el
investigador.
El proceso de selección del mejor lugar para el descenso de Philae
fue complejo. La zona tuvoque satisfacer las necesidades técnicas del
satélite y las del módulo de aterrizaje durante las fases de separación,
descenso y aterrizaje, y tiene que ser relevante para las operaciones
en superficie de los 10 instrumentos científicos que transporta el
robot, que tiene el tamaño similar a un lavarropas y pesa alrededor de
100 kilos.
"La bajísima gravedad y la superficie irregular del
cuerpo celeste representó un gran desafío. Su descenso fue complejo
porque el cometa es muy chiquito, y la gravedad que genera es muy débil,
mucho menor a la que existe entre la tierra y nosotros", explicó
Bertucci.
El investigador también comentó que otro de los desafíos
a los que se enfrentó Philae para el aterrizaje fue la superficie
irregular del comenta, al que comparó como si fuera una papa. "Su
aspecto lo hace impredecible porque está hecho de hielo. El terreno
puede ir cambiando a medida que el cometa se acerque al Sol porque va
calentando la superficie, y puede despedir gases que afecten a la
sonda", comentó.
Para el científico, que trabaja en el proyecto
Cassini desde 2004 y quien fue autor del trabajo en el cual se midió por
primera vez la capacidad que tiene el satélite Titán para retener el
campo magnético del planeta Saturno, la misión de la sonda espacial ya
es un éxito y aseguró que Rosetta va a seguir emitiendo datos interesantes sobre el espacio.
"La sonda Rosetta va a seguir girando alrededor del cometa y lo va a
seguir a medida que se acerca al Sol. Esto significa que va a poder ver
cómo se arma la coma del cometa. Vamos a poder observar más cosas
interesantes", aseguró el científico, que lo comparó como si
estuviéramos en la platea pulman de un teatro. "Vamos a estar al lado",
enfatizó.
clarin.com/sociedad
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