Un encadenamiento de tal cantidad de casualidades, que ya pasan a ser Causalidades.
Año 1966. El investigador húngaro, nacionalizado argentino, Juan Moricsz, recorre bibliotecas de la Ciudad de Buenos Aires, buscando documentación para sus estudios de lenguas muertas.
Juan Moricsz, era un estudioso nacido en Hungría, y naturalizado argentino. Experto en la lengua Magyar (causalidad 1), o húngaro antiguo, “Shuar”.
Al pedir un determinado libro, conoce a un joven porteño (causalidad 2), llamado Julio Goyén Aguada, ya que eran los dos únicos en consultar un tratado de lenguas indígenas sudamericanas.
Rápidamente congenian, a pesar de la diferencia de edades.
Julio trabajaba en una empresa de Importación, propiedad de su futuro suegro. Éste, su novia y Julio, eran mormones (causalidad 3).
Los mormones, siguen un culto atribuido a su Profeta Joseph Smith. Smith, afirmaba haber recibido de manos de un “Ser de Luz” llamado Moroni, un libro con páginas de oro (causalidad 4), en una oscura noche del siglo XIX.
Después de encontrarse varias veces, Moricsz convence a Julio, de salir en una expedición a Ecuador.
Viajan, y rápidamente Moricsz, lo guía hacia la zona habitada por los Jíbaros, cazadores y reducidores de cabezas, que custodian la entrada a las cuevas.
Una vez en el lugar, llamado Morona (Causalidad 5), consigue contactar a los Jíbaros, los que quedan sorprendidos, al ver que este extraño blanco, hablaba su lengua Magyar (causalidad 6).
Con la ayuda de los indígenas, llegan a la entrada de una cueva, llamada de los “Tayos”, por ser el hábitat de este tipo de pájaros.
El sorprendido, ahora es Moricsz, al comprobar que estos pájaros son los representados en el Escudo Nacional húngaro (causalidad 7).
Aquí se encuentran con enormes pasadizos y salas, que muestran techos perfectamente pulidos, y vigas de proporciones ciclópeas.
La exploración de las cavernas, dura 35 días, siempre con el auxilio de los indígenas, con un avance interior declarado, de unos 6,5 Km.
Dijo: “He descubierto valiosos objetos de gran valor cultural e histórico para la humanidad. Los objetos consisten especialmente en láminas metálicas que contienen probablemente el resumen de la historia de una civilización extinguida, de la cual no tenemos hasta la fecha el menor indicio…
Luego, por intermedio del suegro de Julio, se contacta con los mormones, los que se muestran muy interesados, y dispuestos a colaborar.
Después de hacer los preparativos, Moricsz, abandona esta ayuda, al descubrir una carta del Mormón, que le decía a sus jefes, que pensaba saquear las cuevas, y abandonarlo (causalidad 9).
Mientras tanto, ya en los comienzos de la década del 70, es visitado por Erich Von Däniken,
A raíz de este libro, aparece en Ecuador Stanley Hall, quien contacta a Moricsz, ofreciéndole el apoyo. Moricsz, ya escarmentado, exige ser el jefe de la expedición, y la prohibición absoluta de retirar cualquier cosa de las Cuevas. Hall no acepta.
Entretanto, un cura misionero, el padre Carlo Crespi, había formado un museo casero, donde acumuló miles de planchas de oro, plata y cobre. Además tenía cientos de estatuillas, adornos y diversos objetos.
Durante 30 años, ayudó y auxilió a los indios sin pedir nada a cambio. Al pasar ese tiempo, los aborígenes comenzaron a traerle todas esas cosas, como muestra de agradecimiento.
A la muerte de Crespi, la iglesia Católica se hizo cargo del museo, desapareciendo casi todo su contenido.
Lo que sí se sabe, es que cientos de chapas grabadas (De cobre), se utilizaron para reparar el techo del Colegio Católico de la zona, prohibiendo a todo el mundo subir. Una muestra más del ocultamiento permanente de todo tipo de información por parte de la Iglesia.
Stanley Hall, reaparece en 1976, dirigiendo una nutrida expedición, de unos 130 hombres, compuesta por tropas inglesas en su mayoría, unos pocos soldados ecuatorianos, y especialistas de casi todas las disciplinas.
Cuentan con un helicóptero, un grupo electrógeno y todo tipo de equipo y aprovisionamiento.
Además lo acompaña el astronauta Neil Armstrong (?) conocido como el primer hombre en pisar la Luna.
Más tarde se sabría que los soldados ingleses, siendo mayoría, aislaron a los soldados ecuatorianos, y retiraron 4 enormes cajones con el helicóptero. El contenido de los mismos, no se conoció.
Siguió pasando el tiempo, sin que se registren mayores novedades, y poco a poco, la Cueva de los Tayos, fue quedando en el olvido, a pesar de la enorme importancia que supone la continuidad en la investigación.
En su momento, Moricsz comentó que la presencia de esta especie de pájaros (Tayos) en las entradas de distintas cavernas conocidas, explicaría conexiones internas de las mismas. Hay cavernas de este tipo, en varios países de Sudamérica, en Hungría y en Turquía.
Además, afirmó que los Shuar o Jíbaros, decían que sus ancestros afirmaban haber llegado a su ubicación actual, por el interior de las cuevas. Este traslado habría durado décadas, e incluso PASANDO POR DEBAJO DEL OCÉANO.
Podemos decir así, que el viaje al centro de la tierra, realmente se ha efectuado.
Dan Costas
publico:charlemos.com
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