El hombre a través de la vida tiene la misión de unificar los tiempos, pero lo hará si es consciente del espacio que ocupa y sólo en esos"momentos" tendría la posibilidad de "ver" más allá de la aparente e ilusoria realidad en la que nos encontramos. Esta misión del hombre de unificar el tiempo y el espacio, lo debe hacer de forma individual y a su vez colectiva, como humanidad, como especie. Como una muestra de esto y un ejemplo de una integración del tiempo con el espacio, que dio lugar a un "momento real" fue el 22 de enero de 1974.
Como sabemos en Lima Perú, aquella fecha se recibió un primer mensaje del guía Oxalc quien dijo proceder de una de las lunas de Júpiter, Morlen, o como se le conoce Ganímedes, a más de 600 millones de kilómetros de la tierra, y que marcaría el inicio de un proyecto de contacto extraterrestre en la tierra que llamamos Misión Rama.
La comprobación de tal contacto se daría en el desierto de Chilca a las afueras de Lima, y en donde participó el conocido periodista español J.J. Benítez quien no dudó en declarar la veracidad del contacto que luego se expandió por más de 30 países siendo ésta una de tantas otras misiones que forman parte de un plan cósmico según los extraterrestres.
Así entonces, se pudo crear la integración del tiempo con el espacio, permitiendo que se tuviera acceso a uno de estos momentos individuales y colectivos de un tiempo real.
El hombre por tanto, tiene la posibilidad de buscar para su propio desearrollo personal y colectivo aquellos "momentos" como el caso ya citado. Y que ha representado para la humanidad hasta el día de hoy, una puerta abierta por la cual el hombre puede experimentar que la realidad es más grande de lo que pensó, y que a su vez abarca otras realidades.
El hombre desde que nace hasta que muere, según Irzaim, tiene pocas posibilidades de conectarse con esos momentos, por la débil búsqueda realizada por sí mismo de aquella verdad que al final está dentro del mismo. Para ello deberá desligarse de aquellos esquemas mentales y emocionales que lo sujetan y atrapan en una percepción de la vida puramente material.
Ahora debido a la confusión del hombre y su falta de claridad, las oportunidades de enlazarse a un momento son pocas y un desperdicio de energías y de tiempo se da inevitablemente. Surge entonces, una opción que le permite al hombre comenzar de nuevo, intentar otra vez, una cuenta nueva sin borrón, esta puerta de "ayuda" sería lo que llamamos muerte.
De no haber esta experiencia, un acierto en tal o cual momento seria eterno. Y a la vez, un error o desacierto también sería eterno y no existiría la posibilidad de subsanar el error y replantear una nueva alternativa. Si tomamos en cuenta que la humanidad es el resultado de diferentes intervenciones foráneas en búsqueda de nuevas alternativas de vida y desarrollo que les dieran a su vez el entendimiento necesario, ya que ellos también viven un desarrollo y descubrimiento continuo, la posibilidad de regresar en el tiempo sería más que una posibilidad, sería, una necesidad.
Según esto y por lo mismo de nuestra realidad alternativa e ilusoria, esta puerta de escape nos permite replantear nuestras posibilidades espirituales en una realidad material varias veces.
Los viajes en el tiempo darían una y otra vez nuevas formas de ver y entender la realidad en la que nos encontramos, no como individuos sino como colectivo, y cuyo propósito de nuestra existencia, es el de crear nuevas formas de entender el universo para el hombre y para las demás civilizaciones que acompañan al hombre en su camino evolutivo. Carl Sagan, consideró ya estas posibilidades.[1]
Con este panorama entendemos aquellas circunstancias que vivimos y que nos da la sensación de haberlo vivido antes, el fenómeno conocido como -deja vu- y es que según esta forma de ver el universo, el hombre viene una y otra vez a vivir lo mismo para comprenderlo mejor.
Para la ciencia de hoy, los viajes en el tiempo ya no suenan como una quimera, de hecho la comprobación de que vivimos en tres dimensiones espaciales y una temporal abre las puertas a nuevos descubrimientos, y el espacio tiempo como lo vemos según la cuántica tendría horizontes más variados.
La fantasía estaría a punto de convertirse en verdad. Ya el físico ruso Vadim Chernobrov quien seguro de haber logrado modificar el paso del tiempo mediante la utilización de campos magnéticos nos da la prueba de que el hombre ya miraba ese horizonte. Sus investigaciones fueron motivadas por el fenómeno ovni, el cual despertó la curiosidad según las fotos y testimonios que tuvo a disposición, las cuales le referían la forma esférica que tenían los objetos, lo que estaría relacionado con la velocidad con la que pasa el tiempo.
Stephen Hawking, astrónomo reconocido, manifiesta que si combinamos la teoría general de la relatividad de Einstein con la teoría de los cuantos; el viaje en el tiempo empieza a ser una posibilidad. Sin contar con las versiones de Preston Nichols y Duncan Cameron quienes afirman haber viajado en el tiempo en aquel supuesto experimento Filadelfia [2] en los años 1943, y en su más reciente y presunta continuación en los años 1983, en el experimento Montauk.
La cuarta dimensión, el tiempo, como ya lo consideran nuestros científicos, abre las puertas a nuevas formas de ver el mundo y nos invita también a replantear nuestras ideas sobre la vida.
Expresiones como "La técnica humana nos permitirá muy pronto manipular el tiempo" por el astrónomo soviético Kosirev en 1962, y "Los progresos en la exploración del espacio nos darán los medios para explorar también el tiempo" por Shklovski como respuesta a los avances de Einstein, nos anunciaban una era de la ciencia en la que inevitablemente se iba a enfrentar con este desafío.
NOTAS:
[1] "...Algunos de nuestros científicos proponen la coexistencia de diferentes y paralelas realidades. Una realidad al lado de otra; de dos historias alternativas, dos realidades igualmente válidas: La que uno conoce y otra en la que uno no ha nacido nunca.
Si se pudiera viajar así, temporalmente, podría existir en cierto modo cualquier alternativa imaginable. La historia es un haz complejo de hilos profundamente entretejidos, fuerzas sociales, culturales, y económicas difíciles de desenredar. Los acontecimientos pequeños, impredecibles y casuales que en número incontable va fluyendo continuamente, no tienen a menudo consecuencias de largo alcance. Pero algunos acontecimientos que tienen lugar enintersecciones críticas de ramificación (¿?), pueden cambiar el aspecto de la historia. (¿Los momentos de los que me habló Irzaim?). El tiempo y el espacio están interrelacionados. En todos los mundos del espacio hay una secuencia de acontecimientos, hay hechos que determinan los futuros..." (COSMOS: de Carl Sagan).
[2] (Revista : Año / cero, 86)
Si se pudiera viajar así, temporalmente, podría existir en cierto modo cualquier alternativa imaginable. La historia es un haz complejo de hilos profundamente entretejidos, fuerzas sociales, culturales, y económicas difíciles de desenredar. Los acontecimientos pequeños, impredecibles y casuales que en número incontable va fluyendo continuamente, no tienen a menudo consecuencias de largo alcance. Pero algunos acontecimientos que tienen lugar enintersecciones críticas de ramificación (¿?), pueden cambiar el aspecto de la historia. (¿Los momentos de los que me habló Irzaim?). El tiempo y el espacio están interrelacionados. En todos los mundos del espacio hay una secuencia de acontecimientos, hay hechos que determinan los futuros..." (COSMOS: de Carl Sagan).
[2] (Revista : Año / cero, 86)
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