De todas las presunciones y criterios sin examinar sobre los que basamos y medimos nuestra vida diaria como seres humanos sobre el planeta Tierra, es claro que el mayor y más profundo -indiscutiblemente- es el instrumento e institución conocido como el Calendario Gregoriano. Todos nosotros debemos asumir la actitud de no saber nada. De esta manera podemos aprender. No creo que podamos encontrar una universidad que enseñe la ciencia del tiempo. Tenemos muchos cursos sobre la ciencia del espacio pero no vamos a encontrar ningún curso sobre la ciencia del tiempo. Esto por si solo nos dice algo. Nosotros sabemos del espacio pero somos ignorantes acerca del tiempo. Este es un punto natural al cual hemos llegado en nuestra evolución. Sabemos como enviar latas al espacio, pero en realidad no sabemos como disfrutar el tiempo. Cuando tenemos tiempo extra muchos de nosotros lo queremos matar… ¿Cómo matamos el tiempo? Esto quiere decir hacer algo que nos distraiga para no pensar.
Podemos ver que estamos tocando un tópico que es muy profundo, que se extiende a cada aspecto de nuestro ser. Cuando empezamos a comprenderlo estamos entrando en una nueva etapa de evolución. El espacio es físico, por esto naturalmente tenemos una civilización materialista. El tiempo es mental, de la mente. Así que cuando empecemos a entender el tiempo verdaderamente, estaremos participando en una fase de la evolución que es mental y espiritual. Normalmente decimos que un calendario es un instrumento para medir el tiempo, ahora ¿por qué necesitamos hacer esto? La razón por la que debemos hacer esto es debido a que representamos un punto en la evolución en el cual lo que era inconsciente se hará ahora consciente, y el calendario es un instrumento que participa en este proceso.
Sabemos que los árboles internamente llevan su calendario, y también sabemos que los delfines y otras criaturas tienen sus formas de llevar dentro el calendario como una medida del tiempo. Nosotros somos esa criatura que va de lo instintivo y lo inconsciente a lo auto-reflexivo y supra-consciente. En este proceso necesitamos externalizar la naturaleza y el patrón de nuestros hábitos y de nuestra memoria de una manera ordenada, para que podamos conservar y sincronizar nuestra forma social. Cuando tenemos un calendario, por ejemplo el que tenemos en uso hoy día --que en realidad es el calendario de la Iglesia Católica o el Vaticano-- podemos ver que todos los días tienen un santo asociado a él. Éste es un ejemplo de usar el calendario para conservar un tipo de memoria y así que la forma social puede ser mantenida. Pero nosotros también sabemos que cuando vemos el calendario actual como un instrumento de medida, hay algo en él que está mal.
Como podrán observar este calendario no tiene unidades iguales de medida. Si nosotros tenemos un instrumento de medida donde las unidades de medida no son iguales, cuando uno aplica ese instrumento de medida crea desigualdad . Así que podemos decir que si el tiempo es de la mente, entonces los instrumentos de tiempo que usamos establecen órdenes mentales apropiados para ellos. En otras palabras, el Calendario Gregoriano crea un orden mental desigual y torcido. Y debido a esto nosotros tal vez podemos tener una idea de por qué escogemos el crimen sobre la utopía: no hay nada, en el sentido condicionado del tiempo, que siga este calendario que nos lleve a la armonía; por eso éste es el punto más importante, y debemos pensar sobre esto profundamente para poder entenderlo, debemos asegurarnos de que comprendemos esto.
Si uno posee un estándar de medida desigual, el estándar de medida desigual es programado en su mente. Es como crear un orden social que tiene la frustración construida en el. La frustración crea formas sociales diferentes, las cuales nunca llegan a realizarse totalmente. Por esto la sociedad de esta cultura primitiva en la Tierra en la actualidad parece hacer mucho ruido, pero en términos de satisfacción humana real el nivel disminuye. Volviendo al momento presente, en este planeta hoy, hay seis billones de humanos, que están desincronizados, dominados por una cultura que usa un calendario que tuerce la mente. Esta cultura dominante está en proceso de hacer las cosas en forma más sincrónicas. Cuando hablamos de calendarios, debemos darnos cuenta de que es lo que realmente hace un calendario: un verdadero calendario debe tomar en consideración la relación de nosotros con la Tierra, con la Luna, con el Sol y con la Galaxia.
Tomado de la Revista Luz del Alma
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