VIAJE HACIA LO QUE ES AUN DESCONOCIDO
La humanidad que habita la superficie de la Tierra no está sola. Existen otros mundos, civilizaciones intraterrenas y extraterrestres. Hay muchas historias sobre Shambala, sobre Erks y sobre el misterio de las regiones amazónicas.
Dicen que hay pueblos que habitan áreas del interior de la Tierra, las cuales corresponden a Honduras, Venezuela, Ecuador, Perú, parte del Brasil y muchas otras. Según afirman, en la selva amazónica hay pasajes subterráneos hacia esa civilización intraterrena, que son custodiados por tribus indígenas como la de los Tibaros en el Perú, y por la propia selva, que con sus peligros limita el movimiento de eventuales curiosos y malhechores.
Esos pasajes conducen a otro mundo casi inexplorado, del que sin embargo se tienen noticias por el hecho de viajeros que recogieron tablillas grabadas en oro en lengua enigmática, tras haberlas encontrado en el plano físico en Honduras, en las bocas de entrada hacia las regiones intraterrenas El mundo nuevo que esas tablillas revelaron es el reino de Miz Tli Tlan. Pero también se sabe respecto a ello a través de aquellos que de algún modo lo visitaron.
Esa ciudad intraterrena es un estado de consciencia que ahora despierta de un largo sueño, para que Shambala, a su vez, pueda dormir, y para que las leyes que la controlan puedan permanecer un período sin actividad, entrando en nuevo ámbito en un ciclo futuro. Aquel que mientras estuvo en la superficie de la Tierra se llamaba Sri Aurobindo, ser que manifestó y manifiesta la luz de Miz TIi Tlan, se refirió en sus libros al hecho de que la consciencia existe aunque parezca inactiva a nuestra percepción.
El decía que la consciencia EXISTE incluso cuando no está activa en la superficie, incluso cuando está silenciosa e inmóvil, incluso cuando es invisible; incluso cuando no reacciona ante las cosas externas. Afirma Sri Aurobindo que la consciencia EXISTE incluso cuando está retirada, ora activa, ora inactiva; EXISTE incluso cuando nos parece ausente, inconsciente e inanimada.
Shambala representa la polaridad masculina de este planeta, polaridad ésta que predominó hasta hoy; ahora está despierta la polaridad femenina, representada por Miz Tli Tlan, trayendo con ello una nueva raza para que habite la superficie de la Tierra.
Como estado de consciencia, Miz Tli Tlan reúne tres razas: la cósmica (extraterrestre), la intraterrena, y la de superficie, razas que también están presentes en todos los planetas que tengan un plano evolutivo semejante al de la Tierra. Los seres extraterrestres que ya consiguieron alcanzar la evolución cósmica se encuentran en todos los planetas que están subordinados a la ley evolutiva; los seres de las razas intraterrenas llegaron a ciertos estados sublimes de una evolución mayor, y se encuentran también en todos los planetas, en varias dimensiones; los seres de las razas de superficie, a su vez, buscan la evolución espiritual y existen sólo en algunos planetas que están dentro de la ley que rige la vida tridimensional. Hay planetas que evolucionaron a punto de no tener más raza de superficie, la cual se caracteriza por no conocer el lado interior de la vida, sino tan sólo su aspecto superficial.
La Jerarquía Estelar (consciencia en nivel de estrella) es la que implanta las razas. Aquellos que la integran se llaman "Jardineros del Espacio", y son miembros de Concejos Intergalácticos. En el planeta Tierra, actualmente esos Jardineros están implantando un nuevo código genético en la humanidad de superficie.
Solamente los planetas que están en evolución en las dimensiones físicas, emocional y mental se encuentran bajo la ley del karma, en el sentido en que esa ley es conocida en la Tierra por la raza de superficie. Los demás planetas del Sistema Solar están también evolucionando tridimensionalmente y, por tanto, tienen karma; pero hay otros que, fuera de las órbitas de sistemas solares, se someten a leyes diferentes. Están en "estado de vigilia" , esto es, no tienen actividad.
Cuando algún planeta completa su ciclo de evolución material, es sustituido por uno de los que estaban inactivos, esto es, en vigilia Como se ve, para que comprendamos las nuevas leyes, leyes que aún desconocemos, es necesario crear nuevo vocabulario o nuevos significados que puedan explicarlas correctamente. El apego mental y humano a las enseñanzas propias de épocas anteriores dificultaría esa comprensión.
El plano astral del mundo tridimensional, plano de las emociones normales de la humanidad terrestre, está condicionado por el karma. El astral cósmico, que abarca ya otras y diferentes dimensiones, puede disolver las situaciones kármicas en que vive el hombre de superficie. Cuando se entra en ese estado astral cósmico, desaparece el libre albedrío y se pasa a ser gobernado por leyes cósmicas que ya no son kármicas, sino que están sujetas directamente a un orden universal mayor. El proceso evolutivo es entonces diferente, ya no se trata de vivir los pagos del karma material, sino de evolucionar bajo una comprensión superior, más amplia y sin aquello que denominamos sufrimiento.
La ciudad de Miz Tli Tlan está enclavada en los Andes y llega hasta el territorio azteca, ocupando el área interior que corresponde a toda la zona montañosa de ese lugar, esto es, la que otrora fuera habitada por los mayas, aztecas y toltecas. Allá se atraviesan formas sólidas si es necesario, como si ellas no existieran. Se vive conscientemente en varios planos, y se pasa, a voluntad, de uno hacia otro, hecho que es difícil de concebir para la mente concreta y para el hemisferio izquierdo de los cerebros de algunos hombres.
ri Aurobindo también se refirió a esa limitación del hombre común, cuando dijo que la mente física se vuelve naturalmente hacia acontecimientos y objetos físicos; que esa mente sólo puede comprender y ver lo que es físico, trabajando con eso según su propia naturaleza limitada; que la mente física no puede responder a los mundos más elevados. Cuando a la mente física se la deja librada a sí misma, a su evolución natural, según Aurobindo ella se muestra escéptica ante los hechos suprafísicos, de los cuales no consigue tener una experiencia directa, y a los cuales tampoco puede presentir. De la misma forma, y según el mismo filósofo, cuando la mente física tiene una experiencia espiritual, luego la olvida, o pierde la impresión que esa "vivencia" le había dejado para, seguidamente, no creer más en ella.
Las peculiaridades de la civilización de Miz Tli Tlan podrían caracterizar como ficción científica la descripción que de ella hicieron, pero en realidad no es producto de la imaginación humana. Parte de la descripción corresponde al plano físico, y otra parte no. Las fronteras entre los planos en los cuales existe la ciudad intraterrena no serán reveladas aquí, para que cada lector, cuando llegue el propio momento de conocerlas, pueda descubrirlas libre de cualquier influencia.
Los viajes hacia Miz Tli Tlan se consideran cortos. En algunos de ellos, los hombres son transportados por naves extraterrestres equipadas para trayectos de superficie
Cuando, aunque hayan sido elegidos para ello, no están preparados para transitar en otros planos, su cuerpo es cubierto, antes del recorrido, con una película protectora muy fina, para que no sufra alteraciones con el cambio.
En la ciudad pueden verse calles pavimentadas con piedras semipreciosas semejantes a las ágatas y a los rubíes y fuentes ornamentadas con oro. Los edificios son altos, y tienen los colores de las piedras que cubren las calles. Los jardines son amplios y llenos de flores que desconocemos. Algunas plantas parecidas a la palmera irradian una energía que es un compuesto radiactivo de ono-zone, el cual tiene origen estelar, y está presente en todos los planetas, para que la vida y la armonía se manifiesten en cada uno de ellos según las leyes del universo. Este compuesto radiactivo no es agresivo. Su existencia fue revelada a todas las civilizaciones más evolucionadas que ya hubo, y su potencia fue utilizada por ellas
No existen hospitales ni médicos en Miz Tli Tlan, pues allá se desarrolló una cibernética que controla la armonía del cuerpo. Hay cámaras en la que los seres se someten periódicamente a vibraciones que armonizan el soplo vital.
Cuando el tiempo de vida individual tridimensional llega a su fin, esas cámaras proceden a la "involución" del cuerpo, esto es, a su desmaterialización o pasaje hacia otro plano. Al ser esto así, no hay cementerios, no hay cremaciones, y tampoco se usan rituales que demuestren sentimientos de pérdida.
En la civilización de superficie no tenemos una cibernética que armonice nuestro soplo vital en las tres dimensiones. En Miz Tli Tlan, empero, se desarrolló un conocimiento que permite mantener la vida alrededor de seiscientos años en un mismo traje externo. Estamos dando ese número pero, cuando menos hablemos de tiempo, tanto mejor para la comprensión en el nivel mental-intelectual de los hombres de superficie, para los cuales el tiempo corre en otro ritmo.
En Miz TIi Tlan se procrea, pero sin parto. La energía sale del plexo cósmico situado debajo de la última costilla derecha del ser humano, y desarrolla un cuerpo al entrar en contacto con las leyes materiales. Así, un nuevo cuerpo físico independiente surge a partir del cuerpo suprafísico ya existente extrayendo de él una determinada esencia. Por ahora, nada más se puede decir a ese respecto, pues cualquier información podría ser usada por la raza de superficie para fabricar bebes artificiales, lo que agravaría el desequilibrio planetario tridimensional.
Un cinturón verde rodea a la ciudad. Hay conjuntos de lagos, otros de bosques y, por último, áreas agrícolas. El sistema alimentario para los que viven en cuerpos físicos está compuesto por vegetales. Los animales que existen son los necesarios para el equilibrio ecológico, además de aquellos que trabajan y evolucionan en cooperación con el hombre.
Los campos son cultivados por robots, cuya finalidad es evitar que los seres vivos hagan grandes esfuerzos. Los robots son controlados por niños no mayores de doce años, que ya nacen preparados para la vida. A medida que se desarrollan, emerge en ellos mayor conocimiento aún, incorporado por un código genético desconocido por las civilizaciones de superficie. Con la actuación de ese código, que incluye ciertos genes cósmicos favorables, son capaces de hablar todos los idiomas que existen en el planeta.
Los niños mayores y los adultos se dedican a tareas de acuerdo con su edad y con los asuntos que conciernen a la vida de Miz Tli Tlan. Los más viejos son los sabios, integrantes de los numerosos consejos que existen según necesidades específicas.
El nombre Miz TIi Tlan significa, para sus habitantes, "los hombres sabios". En esa evolución superior, "sabio" es la identificación de un individuo que, dedicado a transmitir conocimientos, permanece sometido a las leyes del saber, y no a la creación de fórmulas; mientras en la superficie de la Tierra llamamos sabio a un descubridor de fórmulas que, en verdad, le son transmitidas del mundo intuitivo por inteligencias mayores. Los SABIOS de Miz Tli Tlan alcanzaron un estado de consciencia más elevado, y aplican los conocimientos que están dentro de su propio ser.
En esa civilización superior, la vida en general se desarrolla en el orden más completo; el sistema de transporte utiliza vehículos redondos de cuatro o más asientos y los viajes se efectúan por el aire, a unos cincuenta centímetros del suelo. Incluso detenidos, los vehículos se mantienen a esa altura y pueden ser conducidos incluso por niños.
Todos se visten según sus edades y según estén ubicados en la Jerarquía. Los más viejos usan una especie de túnica hecha con tela extremadamente liviana. Tienen en los rostros una expresión de paz, y, en silencio, no parecen notar siquiera la presencia de los visitantes.
Hay refectorios en los cuales todos comparten el alimento, que es frugal y apetitoso. Las mujeres dividen entre sí los cuidados con los hijos, pudiendo así mantener la puntualidad en las reuniones -tanto las religiosas como las de los Consejos-. Tales Consejos existen para que la experiencia de los más viejos pueda servir a los demás.
El clima es controlado y se vive suavemente. Tratándose del plano físico, el aire entra por conductos. La luminosidad es provista con lámparas alimentadas por campos de energía que pueden tener una vida activa de más de un milenio.
El tiempo existe en el mundo intraterreno, pero los calendarios no son iguales al que se usa en la superficie de la Tierra. En el plano cósmico también hay tiempo, pero éste obedece a leyes diferentes. Son otros ritmos. Ocurrió que arqueólogos de la superficie encontraron calendarios venusinos en la región que antes fuera el territorio azteca; y como las fechas de cambios cíclicos planetarios no concordasen, pensaron que hubo algún engaño. Tales calendarios fueron comprendidos sólo por los sacerdotes de otrora, de la Jerarquía Maya. Todo ese saber volverá a manos de los sacerdotes del futuro, los cuales llevarán adelante el trabajo evolutivo junto a los hombres de superficie.
Sin embargo, adviértase que el estado de consciencia que caracteriza a tales sacerdotes es un estado que absorbió el conocimiento y la filosofía de las leyes que corresponden a la propia Jerarquía a la que cada uno de ellos pertenece. Un sacerdote es, en verdad, un sabio del conocimiento cósmico, y no un ritualista, en el sentido común de ese término.
Todo lo que aquí describimos nos fue transmitido por el miembro del Consejo Alfa y Omega que visitó la civilización de Miz Tli Tlan. Habiendo sido llevado por una nave y tras recorrer con prudencia uno de los túneles que dan paso hacia esa ciudad oculta, llegó, en silencio, a una gran sala. Fue recibido allí por la que se llama Gobernanta Mayor, y por el Consejo coordinado por ella. Entonces supo que la Gobernanta es responsable de la concreción de los Planes que están sometidos a las actividades de los sistemas de transmisiones, sistemas estos conocidos por el nombre de "espejos".
Se le explicó que existen tres sistemas: el de las transmisiones a corta distancia, que ocurren entre las naves en tránsito y la base intraterrena; el de las transmisiones de una nave o de una base intraterrena a la galaxia que les corresponde; el de las transmisiones de una nave, o de una base intraterrena, o de la galaxia al Gobierno Celeste Central.
Esos sistemas de información son conocidos tanto por las civilizaciones intraterrenas como por las extraterrestres.
En una civilización intraterrena los espejos tienen también la función de revelar el movimiento de las naves, aunque las misiones de esas naves permanezcan secretas. La Gobernanta Mayor puede, en caso de necesidad, hacer uso de ellos para sintonizarse con el Gobierno Celeste Central directamente; al ser esto así, las funciones de los tres sistemas antes descriptos no son fijas.
buenasiembra
No hay comentarios:
Publicar un comentario