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LOS INVITO A DESCUBRIR LOS SECRETOS COSMICOS

domingo, 1 de diciembre de 2013

La ciencia, en alerta para evitar el choque con meteoritos

Ensaya métodos para prevenir el impacto de basura espacial y de asteroides.

A las películas de ciencia ficción se las acusa de falsear la realidad y engañar al público. Aunque otras veces, como ocurre con Gravedad, el filme del mexicano Alfonso Cuarón, la amenaza de que un satélite en desuso o algún residuo espacial colisione contra la Estación Espacial Internacional (EEI), es auténtica.
A la ciencia le preocupan esos riesgos y ya existen protocolos de seguridad para evitar estos accidentes en el espacio y también para saber qué posibilidades hay de que un meteorito sorprenda a la Tierra. Incluso, meses atrás, la proximidad de basura espacial obligó a los 6 tripulantes de la EEI a evacuar la plataforma y buscar refugio en las naves Soyuz (como sucede en el filme) acopladas a ella. Por suerte, los residuos pasaron a unos 250 metros.
Una de las opciones que se barajan para sanear el espacio es utilizar una nave no tripulada del tipo caza, para acercarse al objeto, dispararle un arpón de picos y colocarle una unidad de propulsión para llevarlo hacia la atmósfera, donde se quemaría al reingresar.
El LEMUR IIB es un robot de la NASA que logra escalar cualquier superficie gracias a sus cuatro patas con 750 garras cada una. La tecnología que emplean los brazos de este robot fue desarrollada por la compañía Jet Propulsion Laboratory (JPL) y gracias a su sistema de agarre podría convertirse en la mejor alternativa para explorar o escarbar los meteoritos.
Las perspectivas para la Tierra son menos alentadoras. Charles F. Bolden, administrador de la NASA, habló sobre la explosión causada por el meteorito que el pasado 15 de febrero provocó un millar de heridos en Chelyabinsk (Rusia) y que supuso uno de los mayores impactos registrados. Dijo que frente a objetos espaciales dirigidos hacia nuestro planeta, lo único que se puede hacer es rezar.
Según un estudio publicado en la revista Nature y liderado por investigadores de la Universidad de Western Ontario (UWO) en Canadá, el número de rocas espaciales con un tamaño parecido al de Chelyabinsk (de unos 19 metros) supone una amenaza diez veces mayor de lo pensado. Para evitar sobresaltos, los científicos advierten que es imperioso contar con un método de alerta temprana. Peter Brown, de la UWO, indicó que “probablemente haya que trazar una suerte de sistema capaz de escanear el cielo de una forma casi constante y busque estos objetos antes de que alcancen la Tierra”. Para tener una idea de las consecuencias, el impacto de Chelyabinsk fue equivalente a una explosión de 500 kilotones. Mientras que la potencia destructiva de la bomba atómica lanzada en Hiroshima en 1945 fue de 15 kilotones. El inconveniente es que si se llegara a detectar un asteroide con rumbo a la Tierra, tomaría no menos de 5 años desarrollar un sistema de defensa efectivo para alterar su curso o destruirlo.
La NASA monitorea la trayectoria del 95% de los objetos de 1 kilómetro de diámetro –que podrían aniquilar a la humanidad– que están próximos a la Tierra. Sin embargo, aquellos con un diámetro inferior a los 50 metros, son más difíciles de localizar. Solo el 10% de los 10 mil estimados que podrían dañar a una ciudad, están vigilados.
clarin/sociedad/ciencia

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